Cuando las energías telúricas nos afectan de modo negativo se denominan "Geopatías". La Geobiología se ocupa de los efectos que producen sobre la salud y el bienestar de las personas, la presencia de corrientes terrestres.
Además de las corrientes naturales, el avance tecnológico nos ha sometido a una serie de campos energéticos antrópicos (campos eléctricos, electromagnéticos, microondas, radiactividad, etc.) que afectan nuestra salud. Estas ondas generan lugares patológicos denominados "tecnopatías".
ORÍGENES:
Durante
milenios, los distintos pueblos del mundo han utilizado diversos métodos
para averiguar los mejores emplazamientos para sus poblados. Por ejemplo, para
establecer una ciudad, los romanos, dejaban pacer previamente un grupo de
ovejas en una gran extensión de terreno.
El lugar elegido por éstas determinaba
el emplazamiento de la nueva ciudad. Igualmente, actuaban los indios de
Norteamérica con sus caballos o las tribus nómadas del desierto con los perros.
No obstante, no fue hasta mediados del siglo XX cuando se acuñó el término
Geobiología y se realizaron ensayos y experimentos con ellas dotándola de un aspecto científico.
Aunque varios ilustres científicos cooperaron de un modo u otro se
considera que fue el doctor alemán Hartmann quien estableció sus principios.
No
obstante, queremos recordar los resultados empíricos obtenidos por el barón
alemán Gustav von Pohl, el ingeniero
francés Pierre Cody, la doctora suiza Blanche Merz o el arquitecto francés Remi
Alexandre.
FUNDAMENTOS:
El
doctor Hartmann fue el primero en establecer una red global de líneas de fuerza
telúricas (tellus, tierra, es decir,
energías procedentes del subsuelo) que recorren el planeta de norte a sur y de
este a oeste. El efecto de estas líneas y en especial de algunos cruces pueden
llegar a ser perjudiciales para nuestra salud física y psíquica.
Para
comprobarlo, el doctor Hartmann realizó 150.000 tests con un aparato denominado
georritmograma que permitió medir la resistencia cutánea corporal en personas
que permanecían períodos de 30 minutos sobre una zona alterada telúricamente o
una zona neutra. Las gráficas muestran claramente cambios bruscos en la
resistencia electrocutánea cuando los individuos pasaban de una zona a otra.
Posteriormente, estos tests han sido corroborados por otros científicos
europeos, dejando sin lugar a dudas la influencia que tiene sobre nosotros las
energías telúricas.
El
concepto de “radiaciones telúricas” engloba tanto energías o radiaciones
procedentes de aguas subterráneas o fallas, alteraciones del campo magnético o
líneas Hartmann.
En concreto en la vertical de estas últimas, se han medido
diferencias de potencial eléctrico atmosférico y terrestre, aumento o disminución de la radiación gamma, emisiones de ciertas frecuencias de onda
corta y variaciones en el suelo tanto de temperatura infrarroja como
conductividad.
Las corrientes de aguas subterráneas generan cambios en los
campos electrostáticos, electromagnéticos y electrocapilares del suelo y
electroatmosférico en su vertical. En cuanto al principal problema derivado de
las fallas es que de ellas emanan sobre todo, gases radiactivos (especialmente
radón) altamente prejudiciales para la salud.
Las
alteraciones explicadas hasta ahora son denominadas “geopatías” por tener su
origen en el planeta Tierra. No obstante, los seres humanos también estamos
afectados por las distintas condiciones meteorológicas como la humedad del
ambiente, la temperatura, la luz solar, el viento, etc. cuya incidencia sobre
la salud puede ocasionar las denominadas “meteoropatías”.
Por último, pero no
menos importante, debemos mencionar los efectos que tienen sobre la salud los
campos energéticos antrópicos como los campos electromagnéticos artificiales,
las antenas de telefonía móvil, la radioactividad, las microondas, etc. que
generan una serie de patologías denominadas “tecnopatías”.
EFECTOS
SOBRE LA SALUD:
Las
geopatías son aquéllas zonas y lugares del planeta donde su exposición a
largo plazo puede provocar alteraciones negativas sobre la salud. Estos
efectos son variables y pueden ir
desde un simple malestar hasta incluso enfermedades más graves como el
cáncer.
Cada individuo puede manifestar diversos síntomas bajo la misma
influencia dependiendo de diversos factores como el grado de defensas
que tenga su organismo, el tiempo de exposición y la naturaleza de la
geopatía. No obstante, se han observado algunas reacciones comunes
iniciales como son la alteración de la resistividad y de la capacidad
eléctrica de la piel, irregularidades en el ritmo cardíaco y de la
reflexión de la radiación infrarroja así como modificaciones en el
sistema endocrino. Al cabo del tiempo, estas reacciones biológicas
podrán ser traducidas en síntomas de malestar o incluso enfermedad.
No
obstante, a pesar de los efectos nocivos que parecen tener las
geopatías, no quiere con ello añadirse el calificativo de que sean
"negativas". Su grado de vibración puede ser en un momento dado
diferente al nuestro y por ello nos puede hacer enfermar, pero la
exposición a ellas con dosis bajas no tiene porque suponer un malestar
en un individuo sano. Incluso en algunos casos, la vibración energética
de las geopatías puede ser utilizada para lograr estados de conciencia o
trabajo interior profundo como el que se realiza con la meditación.
Nada es bueno ni malo al 100%, y en el caso de las geopatías sus efectos
dependen considerablemente de la dosis de exposición.
La descripción que hace Mariano
Bueno en su libro “El gran libro de la casa sana” acerca del efecto que producen las "geopatías" es muy ilustrativo:
“Las radiaciones y los
campos energéticos perjudican los procesos bioquímicos y energéticos de las
células de nuestro cuerpo; por ejemplo, las células del sistema inmunitario.
Además, afectan a todo el sistema endocrino y hormonal, que regula innumerables
procesos metabólicos, haciéndole perder su equilibrio. La
consecuencia son molestias inicialmente leves, que se atribuyen al estrés, al
clima o a otras condiciones de la vida. Tras un efecto prolongado – según la
experiencia, unos cinco o siete años -, pueden desarrollarse verdaderas
enfermedades crónicas (que incluso amenazan la vida), tales como reuma, asma,
bronquitis crónica, molestias del bajo vientre, enfermedades gástricas, úlceras
de estómago, afecciones e infecciones renales, flebitis, hipertensión,
arritmia, infarto de miocardio, leucemia y cáncer. En
general, el cuerpo se debilita bajo el efecto de la irradiación, de manera que
sus defensas contra los alergenos se deterioran. “
EJEMPLOS
Se exponen aquí tres fotos de árboles sometidos a radiaciones telúricas.
Otros casos prácticos son:
-El doctor Hartmann
tuvo un caso en el que una mujer de 30 años comenzó a encontrarse mal tras
cambiarse de casa. Hasta entonces su salud había sido estupenda, difrutaba de
su trabajo, de su matrimonio y realizaba deporte. Al poco tiempo de haberse
mudado a un edificio moderno, la mujer empezó a adelgazar y a sufrir dolores en
la garganta. Durante cierto tiempo visitó a varios médicos especialistas que no
encontraban solución para su problema. A continuación la mujer sufrió una
profunda depresión y su cuerpo, pasó de haber sido un cuerpo atlético a verse
sometido a una invalidez completa. El estudio geobiológico determinó una serie
de geopatías en el lugar de la cama donde dormía.
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